viernes, 28 de junio de 2024

DIA NACIONAL DEL BOLUDO

 

Acabamos de celebrar justamente ayer el Día Nacional del Boludo, fecha que se instaló en nuestro país allá por el 2009. Quince años después quedan “boludos” que no se dieron cuenta de que semejante festejo enaltece a cada uno de los ciudadanos que vivimos luchando por una “argentinidad al palo”, como diría la popular canción de Versuit Bergarabat, grupo musical insoportable que no obstante mi apreciación subjetiva logró instalar políticamente esa frase de alguna de sus canciones éxitos, por decirlo de alguna manera…

Convengamos que quien más quien menos tenemos mucho miedo de asumir una realidad incontrastable. Mirarnos en nuestro espejo inconsciente asumiendo que somos capaces de desarrollar conductas que muchas veces bordean la esquizofrenia, nos llevan por ejemplo a pedir “¡Justicia…Justicia…!!!!” (así con cantito incluido) mientras quienes se robaron una Patria completa y casi casi se llevaron la llave, actualmente viven en paraísos inmobiliarios por mencionar tan solo un detalle de aquello que dejan que inescrupulosamente se vea. No hablemos que ellos sí conocen el “Paraíso”, y note usted esto, todavía no firmaron la escritura de la despedida definitiva rumbo al mundo celestial.

Reconozco que hoy vengo muy vueltero así que se lo voy a poner negro sobre blanco. Paraiso son los Fiscales, casi se llevaron la llave,  nos afanaron todo, inescrupulosos, o sea y disculpe por lo frontal, “les estaría chupando un huevo” usted, yo y todos nosotros. O sea y aquí verá cómo armoniosamente cerramos el concepto intelectual, al sostener que a ellos nosotros les interesamos un voto y nosotros nos pasamos cuarenta años pidiendo que se hagan cargo para llevar adelante el mayor robo de la historia argentina. Y lo peor, es que salimos a la calle a festejarlos… y no me venga a decir que usted nunca salió al menos a pegar un gritito callejero enrolándose en las filas de una oposición que solo quienes nos sentimos estafados moral y económicamente conocemos.

Ahora lo votamos a “Javi” y todo parecería mostrar que finalmente nos dimos cuenta. Yo a veces me pregunto: “¿DE QUE?”. Porque supuestamente sabíamos todo.

Ah claro… ayer fue nuestro día, de eso nos dimos cuenta.

FELICIDADES!!!

martes, 18 de junio de 2024

"PSICOPATEATE KUMPA..."

 

Vivir de la comunicación es vivir enterado casi de todo, así es el Periodismo bien entendido. Y para estar en conocimiento de ese casi todo ello significa dedicar full time la propia vida, es el tan moderno 24/7/365 que para aquellos que ya tienen unos años más que yo significa “vivir con pasión una profesión que maravilla, encanta y satisface”. Si señor!, así se vive el Periodismo. Y un periodista es eso, un poseedor de un vasto conocimiento tan grande como un océano con tan solo dos centímetros de profundidad. Quien se crea otra cosa está bordeando el límite del fanfarrón erudito que apenas conoce la introducción del Martín Fierro, una parte del Preámbulo de nuestra Constitución y la palabra Democracia. De ahí al periodismo faltan muchas noches de madrugadas frente a un teclado flojo, donde los tipos se tuercen y borrar una letra es una aventura sobre el papel. Mi analista llamaría a esta etapa la de la nostalgia. Pero también está la del teclado, la PC, los “megas”, los “Bytes”, los “Giga” y las pantallas, mucho más dinámicas por cierto, más fáciles, más instantáneas, más veloces. Son el aquí y el ahora y así vivimos.

Pasarse el día intentando contar la realidad no es sencillo. Hay que entenderla. Y tratándose de la realidad argentina peor aún. No es fácil reconocer la razón en el comentario que alguna vez me hiciera un interno del Hospital Borda en oportunidad de una investigación sobre “Infraestructura y Calidad de Vida en Neuropsiquiátricos” cuando me susurró en complicidad: “…yo ahora estoy saliendo a pasar el día en mi casa pero tengo que volver a dormir acá. Igual yo mucho no aguanto ahí afuera, la gente no está del todo bien (mientras se señalaba su cabeza)…”.  Nunca voy a olvidar sus palabras. Todavía hoy no puedo saber si él o yo estamos en el lugar equivocado. Tema pendiente para mi terapia.

Mi psiquiatra, con quien llevo a la fecha veintidós años haciendo análisis casi de manera ininterrumpida reafirmó alguna vez no solo su profesionalismo para conmigo al sostener que evidentemente el tratamiento funciona y me hace sentir cómodo pues de otra forma ya me hubiese ido al demonio, sino que además muchas de sus reflexiones me ayudan a poder leer entre líneas especialmente al momento de interpretar reacciones ajenas. Y cuando en ese “psicopateo” constante intento descifrar los mensajes ocultos de nuestra “casta política”, que también hace terapia, llego al clímax de la locura interpretacional (término que espero sepan disculpar pero no sé si existe aunque queda lindo).

Intentar responsabilizarnos a nosotros los ciudadanos de los DESASTRES POLITICOS que llevaron a nuestro país a semejantes fracasos, pobreza, ignorancia e irresponsabilidad, me hacen recordar a aquel interno del Borda que estaba convencido que en el afuera estaba el resultado de todos sus males. Y me quedo pensando...

Tengo un amigo que generalmente dice que esas situaciones en donde la razón no entra y el delirio hace estragos se solucionan con manguerazo y alplazolam, en una suerte de satirización de muchos momentos de nuestra realidad. Y de pronto uno comienza a sentir que lo que parece un chiste se refleja real en las pantallas de cada uno de los noticieros. ¿Cómo llamaría usted mi “equilibrado” lector lo que sucedió la semana pasada frente y alrededor del Congreso? ¿Porqué pasa siempre? ¿Acaso hay alguna patología que todavía no descubrimos y en mayor o menor medida padecemos todos?, porque manguerazos hubo, palos hubo y locura sobró. Evidentemente faltaba el alplazolam.

Y luego de este sintético análisis, muy reducido pero inquietante, arribamos al final de esta sesión. Seguramente el diagnóstico tardará en llegar. Solo debemos hacer un viaje introspectivo para encontrar el germen de aquello que hizo estallar nuestra furia, nuestra incomprensión. Buscar en la historia reciente puede ayudarnos a encontrar “el punto”, seguro.

Mientras tanto me voy a quedar haciendo mi clase de respiración profunda. Contarle que hace 22 años que hago terapia generó una cuota extra de ansiedad porque acabo de descubrir por mi obsesión compulsiva e hipocondria, actualmente renombrada como ansiedad por la salud, que algunos síntomas están queriendo hacer un golpe de estado en mi cabeza.

22 años de terapia son dos patitos. Nos vemos.

                                                https://youtu.be/qrYLgWfIfis?si=IV17ZOlA2ZDCHwdn