viernes, 7 de junio de 2024

SALIENDO DEL TUPPER

Buen día para retomar el periodismo escrito. Buen día para empezar esta especie de catarsis intelectual analizando lo que nos pasa a los argentinos. Buen día porque hoy, y digan que soy un “pedante”, también es mi día.

¿Pero qué pasó para que retome el teclado de mi PC en esta manía de hilvanar pensamientos criticones, obsesivos y ácidos contra todo aquel que se defina como “POLITICO” y haga “POLITICA”?

Usted sabe muy bien que vivir dentro de un Tupper hace que terminemos siendo muy amigos de esa tapa semitransparente y hermética que justamente es la responsable de que finalmente terminemos de respirar siempre el mismo aire, que al no renovarse carece del oxígeno necesario para estimular por ejemplo neuronas, tan necesarias en el desarrollo intelectual de los seres humanos. Todo esto al decir de mis viejos profesores del secundario en Física y Biología. Básico. Mi estimado lector sucedió que decidí sacar la tapa y salir del Tupper. Cuidado con confundir ese bendito adminículo con el ahora famoso placard. No. La cosa no va por ahí. Sucede que viajé. Sí, salí del país. Me rajé de Argentina. Muy lejos. Alemania, ¿le va? Bueno no piense que le voy a contar que están re-organizados, que no hay pobres, no hay villas, todo funciona y para peor muy bien, los subtes andan sin que nadie los conduzca, para todo se necesita una especialización, no hay inflación, el que cobra el salario mínimo puede alquilar y hasta viajar además de comer… no, no le voy a contar todo eso. Solo que viví en carne propia “la maravilla de Vivir”. ¿No será mucho? Para nada, le aseguro que lo que sucedió en mi cabeza solo era imaginable viendo Disney Channel. Una auténtica revolución de realidades, lo más parecido imagino yo a lo que podría ser la añorada y fracasada Revolución Perokirchnerista.

Y así fue el choque de realidades. Todo comenzó cuando después de cinco semanas se volvió a abrir la puerta del avión. Entró esa clásica bocanada de humedad que te dice “llegaste a la Patria” y me entero que Milei, nuestro Presidente, seguía siendo “el Presi Javi” pero flotando entre una marea de indignados políticos que a las claras lo quieren defenestrar. Peronistas de acá y de allá, los del Frente para la Victoria que ahora son Unión por la patria, la UCR, la amarillenta izquierda petardista y otros señores militantes de cualquier idea que se acomode a sus intereses personales. O sea: Argentina…

Viendo a los muchachos de “la casta” y a los periodistas, algunos de ellos que antes uno ni se los imaginaría diciendo lo que dicen (ahora transformados en operadores) lo tienen al Libertario justito en la mira. Y como estoy convencido de que si dejamos pasar esta oportunidad será definitivamente la última y porque hace 40 años que vengo esperando el momento, es que mirándome en una selfie recién sacada dije BASTA!!! Pero cuidado. Solo no se puede. Lo voy a necesitar a cada uno de ustedes para que me acompañen. Yo lo digo y ustedes me acompañan. Seremos una voz más que seguramente incomodará. Espero su compromiso, y sígame.

Hasta mañana.

 

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