sábado, 27 de junio de 2020

100 DIAS... Y VAMOS POR MÁS


Si utilizamos esta forma tan maravillosa y matemática que tenemos los argentinos para analizar las cosas, podemos llegar tranquilamente a la conclusión que en el día de hoy se cumplen exactamente el equivalente al 0.74% de días en cuarentena desde que llegó, alcanzamos o nos ligamos esta “bendita” Democracia.
Ayer vimos cómo la Junta de Comandantes en Jefe de la Democracia Argentina, cabalmente representada por el general marioneta, el coronel firulete y el teniente coronel zurdito luego de dos días de idas y vueltas finalmente se ponían de acuerdo en consagrar a la pandemia de “Interés Público” por lo que a partir del 1 de julio se declaraba feriado nacional por una quincena más, que en realidad son 17 días (perdonemos los errores matemáticos).
Pues bien, mientras los escuchaba comprendí que tanto Tiburón como Delfín y Mojarrita volvían a reeditar sus discursos por novena vez con las mismas palabras, las mismas intenciones y los mismos objetivos. O sea, y se lo voy a explicar para que lo entienda y comprenda que la mano de un proctólogo al lado de estas “estrellas”, es una caricia de Graciela Borges con el jabón Lux (esta frase está dedicada a los nostálgicos de la década del ’60). Veamos.
Arrancaron con las mismas palabras: pandemia, cuarentena, curva, pico, AMBA, CABA, Ro, índice de casos, de duplicación, achatar, etc… Nada nuevo. Luego vinieron la mismas intenciones: “la vida por sobre la economía”, “más camas UTI”, “tenemos que manejar todo como si la Gral. Paz no existiera”, “que nadie viaje en transporte público”, tenemos que convencer a la gente que no debe salir, hay que guardarse, es por el bien de nosotros, etc… Lo mismo, nada nuevo. Finalmente los  mismos objetivos: que este terrible -bolonqui- no sea cosa que afecte sus respectivas imágenes políticas y por tal, queden devaluados en sus aspiraciones a la reelección tanto del sillón principal como de los sendos “banquitos” que acompañan. Tarde piaste mamarrachito mío porque vino el covid y se los acaba de comer crudos, sin sal y frios. Un verdadero asco.
Así las cosas mi olfato cívico me indica que no estaría lejos la reedición de aquella vieja película “Que se vayan Todos”. Esto sin intenciones golpistas ni mucho menos. Al contrario. Cuando corresponda… o sea en tres años y medio o cuando el/la Covid19 lo disponga porque a este paso no sé si existirá algún tipo de país, Estado, Nación, rancherío o algo que se le parezca mínimamente organizado. Del “Vamos por Todo” al “Que se vayan Todos”… ¿quién lo hubiese dicho? Tal vez la genética egipcia hizo que también maneje las artes de la videncia y la voluntad de los dioses.
Y como Alberto Fernández II dijo, debemos quedarnos MÁS en casa que nunca. ¿Más?.... Sí, más. Con mi señora habilitamos el “debajo de nuestra cama” donde apenas entramos los cuatro. Rolo, nuestra mascota peluda, deberá buscar alguna silla que lo cobije. Mientras tanto, si ese es el precio que debemos pagar para evitar “el bicho” allí nos encontrarán, unidos como familia y como Patriotas, hermanados por la desgracia, poniendo el pecho, sacrificando nuestras relaciones, nuestros trabajos, nuestras vidas, sabiendo que ellos, mientras, combaten desde el frente de batalla afanándose lo que queda, llevándose nuestras tardes de sol, nuestras voluntades, nuestros esfuerzos, nuestro sacrificio, nuestro Amor a la Patria, nuestra educación, nuestra justicia, nuestra salud, nuestra fe.
Quedate en casa pero no te duermas. El país está en peligro y el peligro no es la pandemia. El peligro son quienes hoy gobiernan el país y sus cómplices opositores. Unos camuflados con otros pero formando una misma manada delictiva a quienes en algún momento terminaremos enjaulando. Mientras tanto el circo sigue marchando. El Palacio se incendia y la Reina, desnuda, aún cree en la belleza de sus atuendos.

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