Ayer se cumplieron 6 meses de gobierno del presidente “Javito”. Un gobierno que a la fecha y a diferencia de todos sus predecesores no pudo conseguir que el Congreso le vote al menos una sola ley. Tampoco pudo conseguir que la justicia, uno imaginaría ahora menos presionada, avanzara más rápido con la infinidad de causas por resolver mucha de ellas pendientes sobre las cabezas de toda una generación de “Fernández”, que no son ni los de la guía ni los del cuarto “B”. Estos Fernández tiene una cualidad que los pone por encima de los otros muchos que caminan tranquilos por las peatonales argentinas. Son “flor de chorros”, “flor de corruptos”, “flor de delincuentes”, “flor de inmorales”. Son parte de la “asociación ilícita política más grande y oscura de la argentina en los últimos 41 años”.
Desgraciadamente se han reproducido y toda su descendencia lleva en su genética el estigma del huevo podrido. Su propia infidelidad los mezcló a tal punto que llegaron a constituir una gran familia al mejor estilo “Vito Andolini”, el don Corleone de la película “El Padrino”, ese que te ponía una 9 mm en la cabeza, te sonreía y te decía “nada personal” y como dicen en el barrio te pasaba a valores.
Hoy estamos en las vísperas de una nueva sesión esta vez de la Cámara de Senadores. La cuestión es la Ley Bases, una ley que a esta altura uno ya ni siquiera sabe para qué sirve.
Y esta confusión se la debemos a la pre-citada asociación ilícita que está dispuesta, tal su genética, a seguir condenándonos al ostracismo, la pobreza, la miseria y el abandono como Nación. Mañana es el día y muchos ya se están frotando las manos. Apuestan al FRACASO con un solo objetivo cual es el de mantener sus privilegios y sus multimillonarios negocios a costa del crecimiento y el desarrollo de cada uno de nosotros.
Por eso van a demostrar lo que son. Su presencia en la Plaza de los dos Congresos para presionar a un grupo de Senadores que saben muy bien cómo esconderse en las boletas electorales (de ahí sus constantes reelecciones), cobardes estafadores de la moral pública que no van a titubear en votar para “la casta” los beneficios que solo ellos y sus cómplices conocen.
Un pueblo ejerciendo sus derechos votó por una idea de cambio. Votó y aún hoy se mantiene convencido que ese cambio es posible. Asumió los riesgos, los sacrificios, todos y cada uno de los costos… todo. No puede ser que un grupo de rejuntados pasen por arriba de la voluntad mayoritaria de una Nación. Apuestan al desgaste, al cansancio, a la desmotivación, a la entrega…
Tienen miedo de aprobar una Ley que saben que a los únicos que dejará desnudos es a ellos. El temor es que esa “desnudez” dejará a la vista la carencia anatómica de la que se jactan y entonces, ante tamaña miseria, quedarán transformados en humildes mancebos dispuestos a entregar sus principios antes de perder sus favores. Están dispuestos hasta a acostarse con el Rey. Mañana es el día… téngalo presente. Lo analizamos el jueves. Lo espero aquí..,.
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