martes, 3 de septiembre de 2024

MILEI NO SE "BANCA" MUCHO AL PERIODISMO.

Obviamente no es sano ejercer el periodismo en lugares donde no se lo es bien visto y a veces me surge la duda si esta afirmación es válida en su aplicación para todo el mundo. Ser periodista implica por sobre todas las cosas tener principios, valores y códigos, aunque honesto es confesarlo a veces es necesario cruzar apenas unos milímetros esa delgada línea ética para lograr una buena noticia, un off de record o simplemente por haber decidido optar por la “inescrupulosidad” a transitar el camino de la génesis moral perfecta.

Dicho todo lo precedente le aclaro que yo estoy por esto último. Bueno… casi, nobleza obliga. Una leyenda urbana atribuye a Groucho Marx la frase "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Lejos estoy de emular a este escritor y humorista (para mí uno de los mejores) pero soy sincero, lo que en un profundo análisis introspectivo me lleva directamente a sentirme “uno más”. Mi terapeuta siempre me dijo que trabajar reconociendo lo bueno, lo malo y los límites propios era un buen ejercicio para poder analizar y evaluar el de los otros. Pues bien, acá estoy, dispuesto a analizar una realidad actual. Más allá de este “pleonasmo”(*) disculpe este vicio que viene casi como por añadidura a quienes dedicados a una “gráfica de apuro” o a una expresión rápida nos lleva a cometer este tipo de errores.

Los mensajes de “Javi” confunden. Por un lado uno pasa por la caja del supermercado y gasta más que el mes pasado. Pero no puede ser, si la inflación está controlada. Los Jubilados marcharon por sus salarios hace dos días (desde la legendaria Norma Pla a la fecha siempre les pasó lo mismo, quieren vivir con dignidad). No pueden. “Javito” dijo hace 48 horas y se lo escribo textual “los valores de las jubilaciones vuelan…” (sic) y entonces uno se pregunta cuánto tiempo hace que está durmiendo la siesta y no se dio cuenta. Le tengo que avisar ya al abuelo.

La otra es que reglamentaron el Ingreso a la Información Pública. Y aquí surge la pregunta: “¿porqué?” ¿Este es el gobierno que dijo que todo iba a ser transparentado? Algunas cosas sí, pero desgraciadamente algunas otras siguen ocultas y “distraídas”. Tal vez la mejor pregunta sería ¿por qué al Presidente le molesta tanto que los periodistas le pregunten? Esta afirmación está basada en sus dichos recientes. Si el presidente tiene que responder todo tipo de preguntas (porque en definitiva es un funcionario público) eso no hace que quién pregunta, en este caso concreto cualquier periodista, deba de tener que exponerse poco más que a transparentar su vida privada por el solo hecho de igualar situaciones. En definitiva un periodista es solo una trabajador dependiente de una empresa periodística. Acá transitamos veredas opuestas y no va quedando tan claro cómo un libertario se puede enojar tanto cuando alguien desde los medios le deja de regalo una piedrita en el zapato.

Aclaremos el punto. Javi sigue colgado de su imagen positiva que supera el 55% luego de nueve meses de gobierno. Está acomodando el desastre heredado. Desde esta humilde columna yo espero que sostenga la motosierra con las dos manos, porque no sea cosa que en uno de sus tantos exabruptos se le caiga prendida sobre “alguien” y nos genere un dolor de cabeza de esos que ya sabemos. Por otro lado tenemos la tranquilidad de “Mauri”. Uno tiene la sensación de que el tano lo viene “bancando”, apoyando y especialmente orientando en este difícil arte de hacer política… pero bien.

Que ambos hayan coincidido en que los encuentros con cena incluida en la quinta de Olivos tengan como plato principal entraña en lugar de las tradicionales “milangas” ya es un avance hacia el 2025. No es poco. Si vemos lo que fue y es la Argentina nunca más actual esta definición: “nuestra casta política es como el ajo… se repite, se repite y se repite”. Hasta la próxima.

(*) Pleonasmo: es lo equivalente a una redundancia. Subir arriba, bajar abajo, salir afuera, entrar adentro, lo vi con mis propios ojos.

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