lunes, 25 de mayo de 2020

Riiiing...!!! TELÉFONO.

Días pasados llegó a mis manos una información que provenía de muy  buena fuente: el ex-Concejal de la UCR entre 1993/97 Humberto Bonanata.
Para quienes son un poquito más jóvenes o tal vez padecen de "ciertas desmemorias" producto de aquella famosa era Menemista (tengamos en cuenta que a pesar de la pizza y el champagne fue siempre Peronismo) el idealismo popular, el populismo, el pueblo, los "compañeros" y todo ese cotillón legado por el ya fallecido (aclaración contemporánea para los ilusos que suponen que es eterno) Juan Domingo Perón, o "El Pocho" entre los muchachos no estaba tan a la orden del día. En 1985, un elefante caminó por la Avenida Cabildo luciendo una bandera nacional de la mano (lo correcto sería decir de la trompa) de don Alvaro Alsogaray y su recién nacida Unión del Centro Democrático. Liberal por antonomasia y que luego de algunas décadas los populismos bautizarían "neoliberalismo".
Y parece ser que mientras era Intendente Jorge Dominguez (Intendente es el equivalente a actual Jefe de Gobierno de CABA, que es el equivalente a la Ciudad de Buenos Aires, solo que antes el Intendente no tenía independencia por sobre el presupuesto de la ciudad y luego el Jefe de Gobierno sí llegó a acceder, de ahí el cambio a Ciudad Autónoma). ¿Se da cuenta el espacio que necesité para refrescarle la memoria, ni hablar si usted empezó a votar en el siglo XXI?
Retomando. El Intendente y un grupo de Concejales, el referido Bonanata, Jorge Pirra y Francisco y Patricia Siracusano llevaron al Consejo Deliberante (hoy Legislatura Porteña) un proyecto con la idea de ofrecer tres opciones para erradicar la VILLA31 y 31 BIS. Cito textual:

" 1.- Otorgar un crédito de $25.000 para la compra de una unidad funcional familiar dentro de la Capital Federal.
  2.- Otorgar un crédito para autoconstrucción de su vivienda en terrenos cedidos por la provincia de Buenos Aires.
  3.- Entrega de $25.000 equivalentes a USD 25.000 en la sucursal bancaria del Banco Nación de su provincia de origen o país limítrofe."



Otra vez le tengo que refrescar la memoria; esa era la época del 1$ = 1u$s. Rápidamente fue promulgada la Ordenanza. Los ciudadanos de la Capital apoyaron de manera absoluta la decisión, ya que se les aseguraba a los habitantes de la villa que por ese entonces eran 15.000 (hoy 40.000) una nueva vida más libre, mejor y por sobre todas las cosas digna. Y llegó el día. La consigna era "vivienda que se desocupaba vivienda que se demolía", de allí el apodo que luego le quedara al Intendente de "topadora" Dominguez.
Y como no podía ser de otra manera apareció el periodismo. Un periodismo que por aquel entonces bailaba con la más fea siempre y cuando zafara del cachetazo si "le metía" una mano. No sé. No se lo puedo explicar de otra forma, usted me entiende. Y entonces, lo primero que se dijo fue "Dominguez, el exterminador de los pobres". Luego un conocido periodista de la época hoy fallecido (Néstor Ibarra) llegó a decir "Dominguez el genocida". No crea que la diarrea linguística es solo patrimonio de los políticos, nosotros tenemos lo nuestro. Resumiendo: el día terminó muy mal. Mucha piedra, mucho herido, algunos tiros, patrulleros y mucha policía.
Dos días después el Intendente convocó a los autores del proyecto para contarles que el mismo no se llevaría a cabo. La Villa 31 no se trasladaría de Retiro. Un rato antes el propio presidente de la nación Carlos Menem, se lo había confirmado por teléfono. La Villa 31 no se mueve.



Una vez más "el pobrismo derrotó a los pobres" y el "populismo sacerdotal (*) de algunos" se metió en donde no debía. Hoy la historia habría sido distinta para todos los habitantes de "la 31". La clase política en su totalidad, con su berretismo, irresponsabilidad y prostitución acaba de quedar en evidencia. El virus logró lo que no pudimos, no supimos o no quisimos los argentinos en 85 años: LES BAJÓ PANTALONES Y BOMBACHAS, LOS DEJÓ CON EL CULO AL NORTE Y PESE A TODO INSISTEN EN SEGUIR VENDIENDO PAPEL PICADO. 
Sería bueno recordarles que un pueblo embravecido es similar a una figura taurina desbocada y no es menos el estar allí siendo que tienen sus nalgas al aire.

(*) Ah, me olvidaba. El llamado telefónico implorando la radicación de la Villa 31 en Retiro, correspondió a JORGE BERGOGLIO.





 

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